Inspirado por iconos de los 60 como Françoise Hardy, Marianne Faithfull o Brigitte Bardot, la firma Zuhair Murad presentó hoy en París su colección otoño-invierno 2017/2018 demostrando que es capaz de adaptar el talento "couturier", característico de la marca, al prêt-a-porter.

Minivestidos de macramé, faldas trapecio, abrigos, chaquetas cortas y pantalones en "tweed" y blusas de seda con lazada en el cuello protagonizaron una línea de lujo pero sencilla en las formas y con un estilismo apto para el día a día.

La colección se presentó en tres minidesfiles fuera del calendario oficial que rige la Semana de la Moda de París, que se celebra esta semana, en la que se presentan las tendencias del próximo otoño-invierno.

Murad, miembro de la prestigiosa Alta Costura de París y más conocido por sus diseños de alfombra roja, hizo de esta una propuesta juvenil, recuperando las prendas míticas de los 60 como las sandalias Mary-Jane, los abrigos de pelo con cinturón o los botines de tacón.

Además, incluyó prendas de sastrería masculina para un resultado sexy pero elegante, que dista de los vestidos princesa a los que tiene acostumbrado a su público.

En la paleta de colores predominó la combinación de blanco y negro con toques de granate y un amarillo ligeramente mostaza.

Los vestidos "babydoll" de los sesenta se actualizaron gracias a los encajes y transparencias que daban un efecto escote de vértigo, mientras que los trajes de noche, más cercanos a la línea de Alta Costura, se acortaron también por encima de las rodillas.

EFE